domingo, 11 de marzo de 2012

LLLLLLLLLL.SSSSSSSSSS.SSSSSSSSSS

Ser el que se sienta como el viento cuando golpea, ser el que quiere cruzar las calles a las puertas de tí, pensando en que nada demuestran estas palabras, pero si mi forma de estar, alejado del mar y tan cerca de tu mirar. Imaginar, y recordar que estas palabras, estas escritas, no son nada, tan solo son para guardar en el recuerdo, y sobre todo, son demostrar, demostrar que no hablaba o escribía por nada, que quería ver eso, quería verte despertar, quería salir corriendo de tu mano para escondernos de la lluvia, o mirarnos y reír y pensar que mejor mojarnos, y volver a correr, y pararte de repente y besarte, y decirte: ¿te subes a coscoletas? Y subirte e ir más que volando, como ese viento cuando golpea, en dirección a la playa, para llegar y tirarme y que cayeras encima. Prometer o pensar, puede que sea tiempo, de todas formas, saber que aquí hay un mundo, que no puede cambiar, como cuando ando entre los charcos de la arena, como cuando vuelves sola por esa carretera.
Mientras, sírvete lo que te apetezca, playa o encina, son uno y otra, dos entre dos, uno más uno; si ahora pudiera estar mirando tus ojos, y no estar de aquí escribiendo, esperaría y a la misma vez un sobresalto entre la cama.
Y me asusto, me quedo sin respirar, me retuerzo, me desperezo y entrecierro los ojos, y me encuentro con unos ojos frente a mí, no se color, se forma, me asusto y me entran ganas. Luchar, y no para olvidar. Si no para llegar a tí. Y no hacerte cansar algún día.


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